Tan solo la mitad de las compañías españolas tienen implantado el protocolo obligatorio
MADRID. Una de las medidas incluidas en la Ley de Libertad Sexual de 2022 fue la obligación para las empresas de tener protocolos contra el acoso. Pero la realidad es que las mujeres siguen sin sentirse lo suficientemente protegidas contra este tipo de delitos. Casi 4 de cada 10 trabajadoras en España (el 36%) perciben como deficientes las medidas contra el acoso laboral en su empresa, según un estudio de Infojobs, una de las principales plataformas de empleo en España.
Datos de Eurostat estiman que, del total de mujeres residentes en España que hayan trabajado alguna vez y cuenten entre 16 y 74 años, el 28,4% ha sufrido acoso sexual en el trabajo en algún momento de su vida. La Ley Orgánica 10/2022, de 6 de septiembre, de Garantía Integral de la Libertad Sexual obliga a todas las empresas a disponer y aplicar protocolos de acoso laboral, con la finalidad de detectar y prevenir este tipo de situaciones. Sin embargo, y a pesar de ello, las mujeres son las que se enfrentan a esta situación en mayor medida durante su desempeño profesional.
Con el objetivo de realizar un análisis específico de esta realidad laboral y ayudar a concienciar socialmente sobre esta problemática, InfoJobs realizó una consulta a la población ocupada y a los responsables de la contratación y/o gestión de recursos humanos en las empresas. En este sentido, la conclusión principal es que casi 4 de cada 10 mujeres trabajadoras perciben como deficientes las medidas contra el acoso laboral en su empresa.
Paradójicamente, este dato choca con el 60% de los hombres que sí las creen suficientes. En general, existe una sensación de incertidumbre acerca de las medidas implementadas, pues un tercio de los trabajadores no tiene claro si son eficaces o adecuadas.
Por su parte, la consulta realizada a empresas refleja que, pese a la obligación de la norma, un 49% de ellas no cuenta con un protocolo establecido para abordar situaciones de acoso laboral. O lo que es lo mismo, tan solo la mitad de las empresas lo tiene implantado.
Para llevar a cabo este análisis, se han ordenado los diferentes aspectos a seguir, según el proceso lógico de protocolo de acoso laboral. Es decir, desde la comunicación hasta la toma de decisiones. En el flujo, según los trabajadores existe una clara barrera que se da en los pasos iniciales, en la comunicación de medidas. A continuación, la falta de un responsable designado o canal de denuncias (segundo paso) crea una barrera en la continuación del proceso a seguir en caso de acoso laboral en el lugar de trabajo. En algunas de las medidas, como la existencia de un responsable o un canal de denuncias, la diferencia entre géneros es de hasta diez puntos porcentuales: tan solo el 35% de las mujeres lo afirma, frente al 46% de los hombres.
Más allá del acoso laboral, existe otra dificultad para las mujeres dentro del mercado de trabajo: la ascensión a roles directivos. En este sentido, la ley de representatividad paritaria entre hombres y mujeres establece que debe garantizarse al menos un 40% de presencia femenina en diversos ámbitos, como el ejecutivo, el consejo de administración de grandes empresas, colegios profesionales y jurados de premios públicos, entre otros.
Según los datos de la plataforma, en el último año suben en cuatro puntos porcentuales –hasta el 28%– las empresas que cuentan con más del 50% de mujeres directivas. Pero aún una de cada tres compañías cuenta con menos del 5% de mujeres en puestos de liderazgo. Asimismo, hay un 46% de compañías, casi la mitad, donde las mujeres forman menos de una quinta parte de esos puestos altos.
Ante este contexto, la inteligencia artificial (IA) puede suponer una revolución para las empresas, aportando soluciones innovadoras capaces de modificar la forma de trabajar y de gestionar los recursos. Precisamente por ello, InfoJobs preguntó en la encuesta acerca del impacto de esta nueva tecnología en la discriminación e igualdad; y dos de cada cinco trabajadores (38%) apunta que será positiva, cinco puntos porcentuales más que el año anterior. Tan solo un 12% cree que puede aumentar las desigualdades y la discriminación. A pesar de estos datos, hay que tener en cuenta que todavía existe aún un alto desconocimiento declarado sobre esta tecnología, pues el 25% de los trabajadores no lo tiene claro.